Bueno, ahí os va mi reflexión de
hoy: ¿Debemos seguir creyendo en el género humano?
Debo reconocer que mi respuesta a
esta complicada pregunta fluctúa al mismo ritmo que mi estado de ánimo o mi
grado de optimismo. Sin embargo, no sé si es porque últimamente estoy un poco “plof”, pero mi fe en las personas se
está deshinchando a ritmos acelerados.
Mentiras, robos, asesinatos, infidelidades…
en definitiva: el mal, maldad pura y dura gratuita o no. La maldad gratuita la
disfrazamos de enfermedad mental y la otra la acabamos justificando o
comprendiendo ¿Por qué? Porque en el fondo todos llevamos dentro el germen egoísta tan propio de nuestro género.
Desmoraliza ver las noticias, hablar con
compañeros y cualquier cosa que signifique abrir los ojos a la situación de la
raza humana. Pero luego otros días ves voluntarios en ONG’s, gente que regala
abrazos, personas que movidas por una causa justa se sacrifican por el bien
común… y dices “Parece que la cosa está igualada ¡Aún queda esperanza para el
género humano!”
Vamos, que hay gente buena y gente
mala… ¡Qué novedad! Eso lo sabemos casi desde principios de la conciencia. En
este punto es dónde quiero ir un paso más allá y profundizar en muchas buenas
intenciones que al final no son tal (o sí lo son pero se desvirtúan): políticos
que acaban corrompiéndose, movimientos desinteresados que acaban enfrentándose
entre ellos…
¿Quién no ha visto guerras en
internet entre posturas políticas enfrentadas? Todos queremos cambiar el
sistema, todos somos muy buenos, dignos y solidarios… defendemos el derecho a
la vida o la erradicación de la pena de muerte, me da igual pero… ¡Ay como se
nos cruce otro en el camino que no piensa como nosotros! Rápidamente sacamos el
armamento y amenazamos con ponerle una bomba en su casa. Y nos sentimos a gusto,
igual de buenos, porque estamos luchando por nuestros ideales… juzgamos
negativamente a los demás por lo que nosotros mismos hacemos; pero claro: ellos
son buenos y nosotros malos, nuestros ataques e insultos están totalmente justificados.
Todos queremos cambiar el mundo y nos entretenemos discutiendo los pormenores
mientras los políticos de la cúpula se ríen de nosotros fumando puros en sus
cómodos sillones.
Dentro de nuestras empresas nos
quejamos de que no se respetan nuestros derechos, que se nos trata injustamente,
que los jefes se aprovechan… pero si uno de ellos viene a darnos una palmadita
en la espalda aprovechamos para coger impulso sobre la espalda del compañero y
se le pisa con todas las ganas. Pero lo hacemos porque el sistema nos presiona
y hay que alimentar a la familia, pagar la hipoteca… ¡Si esos motivos no te
justifican nada lo hará! Ala… ya se nos olvidaron esos principios que hace dos
minutos estábamos proclamando en la oficina de unidad y el bien común. Mientras, los "grandes señores" del capitalismo están con los políticos del puro que antes mencionaba, haciendo lo mismo.
En nuestras familias y grupos de
amigos comentamos lo “malos que son los de fuera” que engañan a sus parejas,
los abandonan y se van con otros… ¡Qué poco respeto! Les da igual hacer daño y
traicionar. Pero… todo cambia cuando nosotros mismos o un miembro de nuestro
grupo conoce a alguien casado porque: “la culpa no es tuya… tú eres libre y no
tienes pareja… será que algo falla en su relación” Ya está, otra maldad
justificada. ¿Quien se ríe y fuma puros en este caso? No sé, pero seguramente el mismísimo diablo.
En este planeta todos somos
estupendos de boquilla, pero cuando nos tocan “lo nuestro” saltamos rompiendo
con todo lo que antes decíamos. Ahora me pregunto si, para solucionar esto
habrá que ser más desapegado y altruista o sin embargo, la
solución a todo esto es vivir cada uno nuestra propia vida libremente sin
juzgar, respetando las decisiones ajenas con un punto de comprensión objetiva.
Querida Estrella! lo que veo es que desde el punto del planeta al cual pertenezcamos, estamos en la misma. He llegado a la conclusion hablando con mucha gente, a lo largo de los años, que hay ua sola medicacion para todos estos males, sabes cual? RESPETO! mas otro poquito de RESPETO! y aun mas RESPETO! no existe otra cosa, en todos los niveles, respeto al projimo, a la opinion ajena, a los padres, a los hijos, a las nacionalidades...y asi podria seguir todo el dia. Y COMPROMISO de la Palabra. Te acordas cuando eramos chicos, que no hacian falta firmar papeles, ni contratos, ni nada! solo bastaba con darse la mano y cerrar un trato con la palabra, con la honestidad, con la confianza de que el otro cumpliria con lo prometido. (
ResponderEliminarY estoy hablando que vos estas en Europa y yo en America, y Argentina se fundo con los inmigrantes españoles e italianos)
Es un tema para hablarlo largo y tendido, pero yo creo que SI tenemos esperanzas los que hoy tenemos hijos aun jovencitos, y podemos moldearle las ideas, orientarlos, enseñarles esto del respeto y de NO HAGAS NI DIGAS, LO QUE NO TE GUSTARIA QUE TE HAGAN NI HABLEN DE VOS.
En fin Estrellita, no todo esta perdido, no debemos perder las esperanzas, que las generaciones que vengan cambien toda esta mala racha de gente que no suma, sino que resta. Pero para esto debemos, como dije antes, asumir en COMPROMISO de, Primero cambiar nosotros! porque los hijos son el reflejo de los padres...
Un abrazo grande y gracias por permitir exponer snuestras ideas en este lindo y rico blog.
Besitos :)
Muchas gracias a tí! Para eso es el blog, para exponer todos nuestras ideas y debatir sanamente!
EliminarUn besazo Sandra!